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Ocean City, Maryland
Los resultados de un estudio realizado recientemente indican que el método utilizado para vacunar a los pollos contra la coccidiosis puede tener un impacto significativo sobre el porcentaje de animales que queda bien protegido, según informó el Dr. Charlie Broussard, director de servicios técnicos para EE.UU. de Intervet/Schering-Plough Animal Health.

Una vacuna contra la coccidiosis aplicada por aspersión al día de edad permitió un prendimiento vacunal 60% superior al de una vacuna administrada in ovo contra la coccidiosis, dijo el Dr. Broussard.

La primera parte del estudio se realizó en una incubadora comercial en EE.UU., en la cual los investigadores utilizaron el gabinete de aspersión Spraycox II para administrar Coccivac-B a los pollos de un día de edad en la planta de incubación, o bien una vacuna administrada a los embriones in ovo contra la misma enfermedad a los 19 días de incubación. Ambas vacunas contienen ooquistes vivos de coccidias.

En el estudio también se incluyeron tres grupos testigos: uno de ellos no recibió vacuna contra la coccidiosis mientras que los otros dos recibieron por vía oral (mediante toma) ya sea Coccivac-B o la vacuna diseñada para administración in ovo, para demostrar la efectividad de ambos biológicos cuando se utiliza un método de administración completamente comprobado.
Después de la vacunación con Coccivac-B o después del nacimiento del grupo vacunado in ovo, las aves se segregaron para asegurar que no se infectasen con ooquistes procedentes de sus compañeros de nacimiento, indicó.

A continuación, los investigadores del Laboratorio Lasher de la Universidad de Delaware midieron la primera generación de ooquistes, analizando las heces microscópicamente. “Si se identificaba uno o más ooquistes de coccidias en cualquier día de ese período de la prueba (de 5 a 8 días después del nacimiento) se consideró que la vacuna había prendido positivamente en ese pollo”, dijo el médico.

Indicó también que el grupo que recibió Coccivac-B por aspersión al día de edad mostró un prendimiento vacunal del 88% vs. 24% en las aves que recibieron la vacuna in ovo.

Como era de esperarse, el prendimiento de la vacuna fue del 100% en las aves que recibieron por vía oral ya sea Coccivac-B o la vacuna diseñada para administración in ovo. Ninguno de los pollos testigos no vacunados diseminó ooquistes.

�¿Por qué fue tan grande la diferencia del prendimiento de la vacunación por aspersión al compararla con el bajo nivel obtenido con la administración in ovo? El Dr. Broussard explicó que con las vacunas contra la coccidiosis administradas in ovo, es necesario que los ooquistes vivos vacunales lleguen a un área determinada del huevo donde puedan ser deglutidos por el embrión, llegar al intestino e infectar ahí a las células epiteliales para iniciar la inmunidad. Además, antes de nacer las aves no tienen enzimas digestivas funcionales para romper y digerir la envoltura de los ooquistes y liberar a los esporozoítos infectantes, explicó.

“Con otros tipos de vacunas, como ocurre con las virales, no importa si las administramos in ovo, subcutánea o intramuscularmente para lograr el objetivo. El margen de éxito con estas técnicas es mucho mejor del que se obtiene con una vacuna contra la coccidiosis”, dijo.

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