El peso vivo no lo dice todo Dr. José Barragán
El peso vivo nos puede ayudar a medir los efectos de los programas de manejo, nutrición y salud, pero los avicultores deseosos de elevar al máximo sus utilidades deben estudiar también otras ricas fuentes de datos como el promedio de ganancia diaria, la uniformidad y la ganancia semanal, aconsejó el Dr. José Barragán, respetado asesor avícola internacional. Este médico veterinario señaló que el crecimiento no aumenta a la misma velocidad durante toda la vida de las aves, pues al principio aumentan de peso más lentamente, para acelerarlo conforme aumenta la velocidad de crecimiento al acercarse el fin del ciclo de producción. Sin embargo, en términos del peso relativo, las aves jóvenes crecen con mayor rapidez, “pues duplican su peso cada pocos días”, indicó, por lo que es esencial que reciban los nutrimentos que necesitan durante este crítico período. No todo el alimento que consumen las aves se dedica al crecimiento, continuó. De hecho, hay casos en que las aves dedican hasta el 70% para su mantenimiento (véase la Figura 1). Por ejemplo, si un ave permanece en la granja 2 días más antes del sacrificio, más de la mitad del alimento que consuma lo dedicará simplemente a mantenerse viva. “Si un pollo consume 200 g de alimento pero utiliza la mitad para mantenimiento, esta cantidad se pierde pues el pollo no la emplea para crecer”, dijo el doctor. Consecuentemente, existe una relación directa entre el promedio de ganancia diaria y la conversión alimenticia, pues en las granjas donde la ganancia diaria es elevada, se reduce la conversión. Es indispensable dar seguimiento a la uniformidad Es importante cuidar la uniformidad de la parvada, pues cualquier problema en este sentido puede indicar deficiencias en el manejo, presencia de coccidiosis y/o enteritis. La mayoría de los mataderos proporciona datos sobre el peso de cada canal procesada, por lo que las integraciones se pueden beneficiar si prestan atención cuidadosa a estos números, explicó. A manera de ejemplo, el Dr. Barragán dijo que aunque la meta de la granja sea producir principalmente pollos de 3 Kg, algunos terminarán pesando sólo 2 Kg. “Si el 20% de estos pollos que deberían pesar 3 Kg alcanzan sólo 2 Kg, la merma final será de 200 g por ave y, si la parvada se desarrolló durante 50 días, esta pérdida se traduce en 4 g menos de ganancia media diaria”. Importancia de medir el peso semanal Las mediciones del peso semanal proporcionan datos valiosos, pues las causas de los problemas de crecimiento frecuentemente varían dependiendo de cuándo ocurren durante el ciclo de crecimiento. Si los pollos no crecen lo suficiente durante las etapas iniciales de producción, esto puede estar relacionado con problemas en la formulación del alimento, particularmente deficiencias en las materias primas, aunque también pueden ser indicio de deficiencias en el manejo, como temperaturas inadecuadas en el galpón o problemas de cama, dijo. Durante el período intermedio de la producción, los problemas se asocian más frecuentemente con alteraciones del tracto digestivo como la enteritis causada por coccidiosis y Clostridium. Estas condiciones patológicas pueden frenar significativamente el crecimiento (véase la Figura 2). “Es esencial proteger la integridad de la pared intestinal y esto significa asegurar que las aves desarrollen una inmunidad adecuada contra estas enfermedades”, dijo el experto. La falta de crecimiento durante la última fase de producción comúnmente se debe a problemas de consumo de alimento. Es probable que las aves coman demasiado a causa de inflamación intestinal y mala absorción de nutrientes. Una vez más, esto puede deberse a enteritis relacionada con coccidiosis y/o Clostridium, indicó el Dr. Barragán. Recomendó enfáticamente observar a las aves en busca de enfermedades durante las últimas etapas y dijo que “las pérdidas tardías tienden a ser las más costosas, pero también son frecuentemente las que más pasan por alto los avicultores”. Los efectos negativos que causan las lesiones intestinales relativamente leves pueden ser altamente significativos, como ocurre con la infección de la bolsa de Fabricio y los problemas respiratorios durante las últimas etapas. Los problemas nutricionales son mucho menos comunes durante este período. Para concluir, el Dr. Barragán subrayó la importancia de recabar y analizar la información de todas las parvadas. “La única manera de tomar las decisiones correctas es contar con la información adecuada y utilizarla”, indicó. Back to Latino América Edición (#6) |