Newman: Los compuestos anticoccidiales que han creado resistencia se restablecen gracias a la vacunación contra la coccidiosis
"Si nuestros
anticoccidiales trabajan bien debemos ver niveles muy bajos de ooquistes"
DR. LINNEA NEWMAN
Los productos anticoccidiales ionóforos y químicos que han creado resistencia
en el campo, están permitiendo que se
presenten desafíos significativos con
coccidias aunque se utilice cama nueva. No obstante, su efectividad se puede restablecer si se vacuna a las aves contra la coccidiosis, de acuerdo con la Dra. Linnea Newman, médica veterinaria y asesora de Schering-Plough Animal Health, EE.UU.
"Si nuestros anticoccidiales trabajan bien debemos ver niveles muy bajos de ooquistes", dijo. Un anticoccidial químico efectivo debe mantener suprimidas a las coccidias siempre que esté presente en el alimento por lo que estos parásitos no deberán continuar su ciclo de vida. Por el contrario, con un ionóforo efectivo es de esperarse la multiplicación de una pequeña
cantidad de coccidias, que por lo general llega a su nivel máximo a los 28 días
de edad.
Sin embargo éste no es el caso, con base en los conteos de ooquistes en las heces que ha venido realizando Newman, quien ha obtenido muestras de galpones avícolas en Estados Unidos, donde la cama se
reutiliza hasta por 5 años (N. del T.: cama "caliente") y en Canadá, donde la norma
es utilizar cama nueva en cada ciclo de engorde, después de dejar transcurrir 2 semanas de descanso para los galpones entre parvadas. En las granjas que revisó se estaban utilizando los coccidiostatos tradicionales en la ración.
Se enviaron muestras cada 3 días a partir del día 7, durante el ciclo de producción, al Dr. Greg Mathis, experto en coccidiosis del laboratorio denominado Southern Poultry Research en Athens, Georgia, quien realizó los conteos de ooquistes en las heces,
utilizando una cámara de McMaster.
Resultados sorprendentes
En Canadá hubiera sido de esperarse un menor conteo de ooquistes debido a la cuidadosa limpieza, desinfección y
prácticas de manejo, pero a causa de la resistencia de las coccidias, Newman esperaba encontrar coccidiosis en las aves desarrolladas en Canadá con cama limpia, en la misma magnitud que en las aves desarrolladas sobre cama usada en Estados Unidos.
Para su sorpresa, los resultados mostraron que los galpones limpios de la región Occidental de Canadá tenían un desafío coccidial tardío mucho peor que el
observado en EE.UU. con cama caliente (Figura 1).
El mismo patrón se observó al comparar a los galpones avícolas del Occidente de Canadá con los de EE.UU., en los que se usaba nicarbazina/narasina o salino-micina. El desafío coccidial tendió a alcanzar su máximo nivel a los 19 días de edad en EE.UU. y a los 28 días de edad en Canadá.
Los resultados fueron peores en las granjas donde se usaba cama limpia, porque este tipo de cama no da la oportunidad a las aves de exponerse a las coccidias a edad temprana por lo que no pueden desarrollar inmunidad. "Depen-demos al 100% de los anticoccidiales para proteger a las aves y si éstos no tienen 100% de eficacia el desarrollo de las coccidias es mucho mayor", expresó.
Por el contrario, en las aves con cama usada se presenta una exposición
temprana a estos parásitos porque los anti-coccidiales tienen efectividad
parcial y esto permite que desarrollen inmunidad, dijo.
De acuerdo con la conferenciante, la razón de estos hallazgos es la resistencia a los anticoccidiales. "Estos productos tienen
de 20 a 50 años de antigüedad y ya no
funcionan como solían hacerlo. De hecho, en todo el mundo se han realizado muchos estudios para examinar la resistencia", dijo.
En un estudio efectuado en Europa, los investigadores encontraron que cerca
del 100% de las muestras tenía cuando menos algún nivel de resistencia a todos los anticoccidiales disponibles. Una
prueba realizada en Brasil en 2001 también demostró poca sensibilidad a los anticoccidiales, según hizo notar.
Los estudios muestran que ninguno de los anticoccidiales está funcionando al 100% de su eficacia. "Cuando se presentan, los altos niveles de coccidias están causando el problema", dijo la Doctora.
Afecta adversamente el crecimiento
Desgraciadamente, el nivel alto de exposición de las aves que están consumiendo anticoccidiales tiende a presentarse al mismo tiempo en que está ocurriendo el mayor crecimiento. "Para los productores que sacrifican aves pequeñas, �¿cuándo comienzan a dar el alimento de retiro? Estamos quitando el anticoccidial exactamente en el momento de máximo desafío" dijo Newman.
La presencia de coccidias al final del ciclo de producción es más costosa para el avicultor porque afecta la ganancia de peso y la conversión del alimento, explicó. "El resultado final será una curva de
crecimiento diferente de la que se obtendría en caso de haber logrado un buen
control de las coccidias".
Indicó que los médicos veterinarios no
sólo deben buscar los signos obvios de
la coccidiosis, sino también la forma subclínica de la enfermedad porque puede impactar gravemente el rendimiento si se presenta al final del ciclo de engorde.
Newman relató el caso de un productor canadiense que producía pollos Ross 308 y
que estaba sufriendo un severo déficit del crecimiento (156 gramos) en comparación con la curva esperada de la estirpe. El ciclo de crecimiento iba bien en un principio pero el problema aparecía al final de la
producción. Los conteos de ooquistes
revelaron que cuando el desafío coccidial alcanzaba su máximo nivel, el crecimiento de las aves caía por debajo de lo esperado.
Es significativo el hecho de que los conteos de ooquistes no se realizaban bajo condiciones de laboratorio sino en "galpones reales y tomando el peso cotidiano real
con las básculas de la granja", explicó a
maestra.
El problema no se puede corregir sustituyendo a los anticoccidiales viejos con productos nuevos, simplemente porque éstos no se vislumbran en el horizonte. El uso de cama caliente tampoco es la mejor opción porque puede acarrear otros
problemas como por ejemplo brotes de coccidiosis, dijo.
La respuesta es restablecer la sensibilidad a los anticoccidiales existentes, haciéndolos que vuelvan a trabajar vacunando a las aves contra la coccidiosis, explicó.
Diversos estudios confiables realizados con Coccivac-B y Paracox-5 –vacunas contra la coccidiosis– demostraron claramente que se pueden utilizar para volver a sembrar los
galpones avícolas con coccidias sensibles a los fármacos.
Uno de los estudios publicados más
recientemente fue realizado por los Drs.
Wil Landman y Herman Peek de Animal Health Service, Ltd., Holanda, encontrando que el uso de Paracox-5 en pollos de engorde restableció la sensibilidad de los aislamientos europeos de coccidias al ionóforo monensina y al compuesto
químico diclazuril (Figuras 2 y 3).
Restablecimiento de la sensibilidad al 100%
"La experiencia de campo en EE.UU.
ha generado resultados similares", dijo
Newman. En una gran integración de este país se hizo la prueba de "dejar descansar" al diclazuril en cuatro complejos mediante la rotación de un ionóforo durante dos
ciclos, mientras que en otros tres
complejos se hizo la rotación con dos
ciclos de Coccivac-B.
Un gran porcentaje de los aislamientos procedentes de siete complejos de esta integración había resultado altamente resistente y después de dos parvadas con ionóforos se logró muy poco mejoramiento. Sin embrago, cuando se usó la vacuna se obtuvo un restablecimiento de la sensibilidad de casi 100%, explicó.
El avicultor canadiense que producía pollos Ross 308 con problemas de crecimiento también comenzó a utilizar Coccivac-B en rotación y logró restablecer la sensibilidad al diclazuril. Posteriormente, el patrón de crecimiento de sus aves superó al estándar de la raza (Figura 4), dijo.
"La vacuna es una herramienta poderosa pues puede mejorar dramáticamente la sensibilidad de las cepas de campo,
ayudar a los anticoccidiales a funcionar nuevamente, casi como si fueran nuevos,
y a impedir que los productores pierdan dinero por el desafío coccidial tardío", indicó.
Primavera 2008
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